Hermana Petra

Que impacto tuve cuando vi a la hermana Petra en una jornada de la federación de familias de Santiago de Chile .

Sergio Gonzalez del primer curso de federación La había ido a buscar.

Como es una joven alemana que decide ir al otro lado del mundo solo para conocer a alguien?

Luego, ya anciana, recorrió 17 países para contar de ese encuentro.

Dejó su hogar en Stuttgart y aventurarse en la búsqueda del sacerdote alemán al que solo lo conocía a través de libros, para cocer sus enseñanzas y ejemplos. Era una joven alemana de 23 años cuando conoció al Padre Kentenich.  Era miembro de un grupo de universitarias del Movimiento en Alemania y en 1958 decidieron con su grupo que debían viajar dos de las integrantes a Milwaukee, para conocer personalmente al Padre Jose Kentenich . Hablar con él y hacerle muchas preguntas que llevaban anotadas en una lista.

Ella fue una de las elegida.

El padre fundador que estaba en exilio, apartado de su obra, porque la iglesia quería demostrar que el movimiento de Schöenstatt ,era un reflejo de la voluntad de Dios y no, fruto del carisma del fundador. Por eso una de las acciones que se tomaron fue, cambiar al monitor del grupo de juventud, por una persona liberal que buscaba alejarlos de la imagen del fundador.  Entonces ella se había alejado del movimiento debido al cambio de línea del monitor asignado. Lo que les permitió que el padre Kentenich les pudiera hablar, ya que le estaba prohibido tener contacto con gente del movimiento.

No sabía dónde encontrarlo, pero la Virgen las guía y les sugiere que no lo busquen a él ,sino que vayan al Santuario. Así lo hacen, dispuestas a esperar en el Santuario durante las 6 semanas que tenía a disposición del viaje. Si lo lograban ver por 2 minutos ya se sentirían satisfechas. El día Domingo, 10 de agosto de 1958 a la una de la tarde y luego de esperar en el Santuario sólo unos breve momentos, entra el Padre Kentenich. Ellas pensaban conocer a una persona distante e inalcanzable, pero el Padre Kentenich era totalmente distinto.

Llegaron sin avisar y el PK las acogió desde el primer momento de una forma cordial y amable, con el corazón. Era como un papá feliz de que sus hijos habían llegado.

Luego del encuentro, la Srta. Petra no quería partir de regreso a Alemania, tenía un impulso en el corazón para quedarse con el fundador. Así que un día ,ella, que aún no era hermana,  le dijo al padre Kentenich que quería quedarse ahí. PK :      Esto significa cambiar de planes y requiere una nueva decisión

  1. Quiero conocer a Schöenstatt desde su primera fuente.
  2. Quisiera ayudar al Padre Kentenich, si Ud. me lo permite.

            Yo le escribí a mi papá de la manera que yo sé que él va a quedar contento. Le dije que aquí podría tomar unos créditos en la Universidad Marquette, que era muy buena y me haría muy bien.

PK:       Entonces va a ir a inscribirse en la Universidad. HP:      Pero, Padre, era sólo una mentirita blanca… PK:       Las mentiras blancas no existen, o es la verdad o es lo opuesto. Vamos a aprender a respetar nuestras propias palabras y ahora Ud. va a ser fiel a su palabra.HP:      Pero,  ¿tengo libertad para escoger las materias?K:       ¿Le dijo Ud. a su papá lo que iba a estudiar? Porque si no lo hizo es libre para escoger.Luego la HP fue a la universidad y tomó gramática avanzada y composición en alemán.El PK le preguntó qué escogió y cuando escucho la respuesta, se echo a reír.HP :     ¿Está todo bien? PK :      Donde hay libertad, hay libertad

La hermana Petra destacó  que su encuentro y posterior colaboración con el fundador fue fundamental para dedicarse a la vida religiosa.S ecretaria suya, antes de ingresar a la comunidad de las Hermanas de María en 1961. Ella ingresó a la comunidad de las Hermanas de María en 1961.Terminó sus estudios (teología y sociología) en Marquette University, Milwaukee. Desde entonces ha trabajado para su comunidad y el Movimiento de Schoenstatt en Wisconsin, Nueva York, Puerto Rico, la República Dominicana y en Alemania. Durante el año 2003 viajó por Chile, Ecuador, España y Portugal llevando el mensaje del exilio de nuestro Fundador, luego por Costa Rica, México y varios estados de los EEUU de América. Ahora trabaja desde el Centro Internacional de Schoenstatt en Waukesha para el Movimiento de Schoenstatt hispano y para los peregrinos que vienen a la tierra del exilio.

Para la religiosa,  el padre Kentenich fue  un sacerdote paternal por el trato que tenía hacia los feligreses y con ella. “Cuando me encontré con él en el santuario recordé el pasaje bíblico de Jesús: No crean que ustedes me han descubierto a mí, yo los he descubierto a ustedes, dijo Cristo a los suyos.

Esto me confirmó más claramente que el padre Kentenich es un hombre de Dios”

Al ver a la Herman Petra era ver al Padre Kentenich y a la Mater en una sola persona; y se hacía realidad la idea de una schoenstattiana que había dicho en una reunión: 16 al 30 de agosto, tiempo en el cual además de haberla tenido en el primer encuentro nacional de dirigentes en Bogotá, pudo visitar otras ciudades donde está el Movimiento como Medellín, Pereira, Armenia y Cali <.La sencillez hecha persona

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¡Gracias Hermana Petra!

 Lunes 29 de agosto la Hermana Petra tuvo por la mañana una entrevista en Radio Santa Rosa donde contó que ella llegó al Perú el día 23 de agosto, día que se celebra en el Calendario Mundial de los Santos a Santa Rosa de Lima.

Escuchen al Padre Kentenich…

La Hermana Petra empezó su charla diciendo: Escuchen no a la Hermana sino al Padre Kentenich que quiere hablarles hoy a ustedes.

Con muchos ejemplos prácticos ella les dejó un mensaje muy claro: En la familia lo más importante es vivir con el otro creando un buen ambiente en el hogar, vivir en el otro teniendo un contacto vivo y vivir para el otro haciendo las cosas en beneficio del otro.

Este día hizo un frío intenso con llovizna en Lima, pero eso no fue importante para las personas que llegaron a escuchar el mensaje de la Hermana Petra

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El domingo 24 de agosto, se realizó la Coronación a la MTA en el Santuario de la Puntilla, y la familia de Mendoza tuvo el gran honor de recibir a la Hermana Petra,
Desde muy temprano llegó gente de toda la región de Cuyo al Santuario, para presenciar la charla de la Hermana,
La Hermana Petra nos contó hermosas vivencias que compartió junto a nuestro Padre Fundador, conmoviendo así a cada uno de los presentes.
Fue realmente emocionante y profundo tener la posibilidad de escuchar en vivo y en directo, el testimonio de esta persona tan cercana al Padre José.

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Indudablemente, ella era una más de nosotras. A pesar de sus 83 años, cuando hablaba reflejaba  su espíritu de aquella joven, que hace muchos años atrás, cuando era JF y su nombre era Érika, acompañó a nuestro Padre Fundador en Milwaukee- EEUU.
En la charla con la JF, la Hermana nos contó cómo había sido su experiencia con el Padre José como educador.El Padre era un excelente educador, y enseñaba a quienes estaban con él, a ser personalidades recias, libres y apostólicas… pero respetaba completamente la libertad de las personas.
Una de las anécdotas que nos contó la hermana, fue que ella un día se preguntó por qué motivo el Padre José educaba a las personas, y a ella no le decía nada. Entonces juntó coraje y le planteó su cuestionamiento al mismísimo Padre. Y éste le contestó: “Porque usted no me lo ha pedido. ¿Quién soy yo para decirle qué debe usted hacer? Si usted no me pide que la eduque, yo no veo nada, no oigo nada, no se nada… pero si usted me lo pide, yo veo todo, oigo todo, y se todo.” Inmediatamente, Erika le pidió muy cordialmente que por favor la educara.
Con esa y muchas anécdotas más, nos demostró la increíble personalidad del Padre José Kentenich.
Especialmente nos habló de la educación del Padre José con las jóvenes. Un día, el Padre le dijo a Érika (Hermana Petra), “La mujer tiene tres características muy importantes. 1- El peinado. 2- La ropa que usa, y 3- La postura.”
El Padre le comentó que el pelo de una chica es un adorno muy importante. Luego le dijo que la ropa que usara, debía reflejar su personalidad y forma de ser. Y finalmente, le dijo que la postura correcta al sentarse, pararse y caminar es muy importante en una mujer, y que no debe olvidarse nunca de eso.
Al finalizar la hermosa charla, luego de haber oído a la Hermana, ella nos obsequió a cada una de nosotras una imagen de las manos del Padre José, con una frase por el lado de atrás que decía:  “Por favor, regáleme su libertad” (Petición que él le hizo a Érika un día en Milwaukee), y así concluyó el día.
Muchos corazones se encendieron en esa jornada, y pudieron acercarse más a nuestro querido Padre Fundador.
Agradecemos especialmente a la Hermana Petra, por haber pedido que le concedieran una charla privada con la Juventud Femenina de Mendoza. También a todas las chicas que estuvieron presentes en la charla, y viven día a día los ideales de la RTA.
Y finalmente, queremos agradecerle a nuestra querida Mater, por habernos regalado la posibilidad de compartir un día entero con la Hermana Petra, por haber convocado a tanta JF, y por habernos elegido para ser parte de la GENERACIÓN 2014!

 Hermana Petra y Padre José Kentenich

Durante la charla a la familia de Mendoza 

 Hermana Petra en la charla con la JF 

 Juventud Femenina de Mendoza junto a la Hermana Petra Publicadas por J

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PARAGUAY, Clara Benitez de Pardo/mkf. Es “la gran visita del año”: con una agenda intensa en todo el país, la Hermana M. Petra Schnuerer, de Milwaukee, Estados Unidos, está de visita en Paraguay desde el 31 de octubre al 16 de noviembre. 

” A mí me parece que el Padre nos dice a nosotros, los paraguayos: ¡Yo, el Padre Kentenich aquí estoy con ustedes! O sea, además de su mirada que nos regalara en 1949 ahora también nos visita con tanta riqueza histórica de recuerdos y anécdotas suyas de la mano de la Hna. Petra””La Hna. Petra se ha adaptado extraordinariamente a nosotros, los paraguayos; es conversadora, cordial, y muy alegre”.

Q. “Si estuvo con nuestros hermanos chilenos, ¿por qué no con nosotros?”. Y así este audaz instrumento comenzó a buscar cómo comunicarse con la preciada Hermana. Hasta que consiguió dos direcciones de mail, que no estaba muy seguro de que fueran correctas, pero perseveró y le escribió invitándola al Paraguay. Cuál no fue su desánimo al ver que una de las direcciones al momento fue rechazada, pero se dijo: A lo mejor la otra sí le llegará. Cuánta alegría y emoción sintió al día siguiente cuando encuentra en su bandeja de entrada la respuesta de la Hna. Petra. Ella había recibido este e-mail al cumplirse 50 años de la entrada al exilio del Padre y con estas palabras le dijo: “Siento la invitación de uds. como un saludo especial del Padre, pidiéndome que visite a sus hijos paraguayos”, y por supuesto aceptó la invitación”.

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Tal como les sucedió a los discípulos de Emaús, nuestros corazones ardían…”, así inició Cristina Quiroz de Tagle el artículo que escribió para “Vínculo”, la revista del Movimiento de Chile, sobre el Encuentro Territorial de la Federación de Familias. No sólo la Federación de Familias sino que todo el Movimiento experimentó un encuentro profundo y vital con el Padre Fundador gracias al testimonio de la Hermana M. Petra que estuvo en Chile por cuatro semanas.

En Chile ocurrió algo increíble y jamás planificado. Tuvimos cuatro semanas de cielo y de encuentro con el Padre. Se expandió como reguero de pólvora por las ramas, federaciones y más allá. Alguien dijo: ¡esto parece un terremoto!.. ¿Quién lo provocó? La Hermana M. Petra. Fue un regalo enorme que lo agradeceremos por mucho tiempo. Todo comenzó con la iniciativa de la Federación de Familias, quienes la invitaron a su jornada anual con representantes de todo Chile y Bolivia. La Hna. M. Petra vino con la autoridad moral que le confiere haber sido su secretaria en Milwaukee durante tres años antes de ser Hermana. Con su espontaneidad, alegría, sinceridad y realismo, contagió su amor al Padre.

Un encuentro con el Padre

Contó su experiencia, mostró facetas desconocidas para muchos, tornó muy cercana la persona del Padre. Fue como abrir un libro que estuvo cerrado con siete sellos y así el “Padre del exilio” pasó a ser más y más, ‘nuestro Padre’. Fue tal el entusiasmo que sembró, que fue invitada a círculos de familias, de jefes, de juventudes, de señoras y no sólo de Santiago, sino que viajó a La Serena, Rancagua, Temuco, Concepción y Puerto Montt (estuvo en once de los diecisiete Santuarios). Y en todas partes ocurrió lo mismo: se experimentó la alegría por tener el Padre que tenemos, todos querían saber más y más. Y cada encuentro terminó con un regalo: una foto de las manos del Padre para cada persona, después de contar que en una oportunidad el Padre le dijo: ¡regáleme su libertad!… Todos entendieron: el Padre le decía lo mismo a cada uno. En este momento no hay círculo del Movimiento en todas las diócesis que no esté trabajando para perpetuar ese encuentro con el Padre.

Una presencia del Padre palpable, superior a todo lo experimentado anteriormente.

El Padre adquirió una presencia, una realidad, una vigencia superior a cualquier otro momento de nuestra historia. Sin duda esto encuentra su raíz en un proceso: el centenario de su nacimiento (1985), luego las bodas de oro del “Santuario del Padre” (20 de enero de 1992 en la Argentina), siguió con el Jubileo de oro del 31 de mayo (Bellavista 1999) y por último los 50 años de su llegada al exilio (2002). Hay un gran hilo rojo que recorre lo central de Schoenstatt y la realidad fecunda de los tres puntos de contacto: Mater, Santuario y Padre.

Nuestro consejo: ¡inviten a la Hna. Petra a su país! ¡No hay que dejar pasar el tiempo! Y para más detalles, lean la revista “Vinculo” de

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