INTERVENCION DE LA SANTA SEDE EN LA CONFERENCIA "MUJERES 2000" CIUDAD DEL VATICANO, 10 JUN 2000 (VIS).-Hoy se hizo público el discurso pronunciado ayer en Nueva York por Kathryn Hoomkwap en representación de la delegación de la Santa Sede en la XXIII sesión especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas titulada "Mujeres 2000: Igualdad, Desarrollo y Paz para el siglo XXI". El objetivo de esta sesión era evaluar los progresos efectuados desde la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing en 1995. Hoomkwap afirmó que "el fulcro de las iniciativas solicitadas en la Plataforma de Acción de Beijing corresponde a la multiplicidad de servicios que la Iglesia Católica ha dado a lo largo de su historia a las mujeres". No obstante, manifestó la preocupación de su delegación por "la salud y el bienestar de la infancia en Africa (...), la continua prevalencia de enfermedades (...), el número de personas, sobre todo niños, aquejados de mala nutrición (...), los conflictos crecientes" y la cifra de "cuantos no pueden leer ni escribir". "Mi delegación -prosiguió- respalda con firmeza las disposiciones de los documentos que condenan toda forma de violencia contra los mujeres y apoya los derechos de las mujeres al acceso al poder económico y político, sus medidas contra la pobreza y sus referencias -no obstante sean breves- al alto porcentaje de mortandad entre mujeres y chicas debidas a las enfermedades crónicas y a la difusión de infecciones, entre ellas las enfermedades tropicales". "Sin embargo, agregó la delegada de la Santa Sede, el documento 'Mujeres 2000' al igual que la Plataforma de Beijing, subraya, interminablemente, una materia -la salud reproductiva y sexual- en detrimento de una visión global de la salud de las mujeres y de sus familias, que es desesperadamente necesaria para aliviar las preocupaciones de las mujeres". "Debemos alcanzar un desarrollo humano completo, que no sea sólo social y económico si no también espiritual. La Santa Sede renueva su petición para poner fin al hambre, para encontrar un camino para la igualdad de oportunidades educativas para todos, para hallar remedios y consuelos para cuantos sufren por causa de la enfermedad y las calamidades, y a través de estos medios proseguir en la búsqueda de la extinción del miedo que nos impide celebrar la vida como el regalo que es". "En conclusión, subrayó Hoomkwap, la delegación de la Santa Sede desea declarar que nada de cuanto la Santa Sede ha llevado a cabo en el programa 'Mujeres 2000" debería entenderse como una atribución de conceptos que no respalda por razones morales. Nada hay que deje entender que la Santa Sede apoya el aborto o que haya cambiado de alguna manera su posición moral respecto al aborto o a los anticonceptivos. La Santa Sede reafirma su convicción de que la vida comienza en la concepción y de que cada ser humano debe ser protegido desde los primeros momentos hasta el final de su ciclo vital". DELSS/MUJERES 2000/ONU:HOOMKWAP VIS 20000612 (480)