Cuántas veces, desde aquel día, invoqué a la Madre de Dios de Kazan, pidiéndole que proteja y guíe al pueblo ruso que le es devoto, y que llegue cuanto antes el momento en el que todos los discípulos de su Hijo, reconociéndose hermanos, sepan recomponer en plenitud la unidad perdida. 2. Desde el inicio, deseé que este santo icono regresara al suelo de Rusia, donde según testimonios históricos atendibles fue durante muchos años objeto de una profunda veneración por parte de generaciones enteras de fieles. Al rededor del Icono de la Madre de Dios de Kazan se ha desarrollado la historia de ese gran pueblo.
HOMILIA DE JUAN PABLO II EN LA ENTREGA DEL ICONO DE LA VIRGEN DE KAZAN