Ciudad de Panamá (Lunes, 13-09-2017, Gaudium Press) Los obispos panameños consagraron su país al Inmaculado Corazón de María. El evento tuvo lugar el 5 de marzo con ocasión de la peregrinación de la imagen réplica de Nuestra Señora de Fátima que se desarrolla en Panamá desde el pasado 21 de febrero, hasta el 30 de marzo, con motivo de los cien años de las apariciones de Fátima, y en preparación a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que acogerá la capital en 2019.
La consagración ocurrió en Atalaya, provincia de Veraguas, durante la fiesta de Jesús Nazareno y ante la presencia de cientos de devotos, quienes acompañaron el momento histórico.
“Te consagramos oh Inmaculado Corazón de María, a nuestra Santa Madre Iglesia, y a todo el pueblo santo de Dios. Que vivamos unidos y obedientes al Papa y que siempre trabajemos con empeño por el Evangelio y la expansión del Reino de tu Hijo. Te consagramos a los gobernantes y dirigentes de esta Nación, para que todas sus acciones sean realizadas buscando siempre el bien común, la paz y la justicia”, fue la oración que realizaron los obispos panameños ante la imagen de la Virgen de Fátima.
La consagración ha tenido lugar en el marco de la peregrinación que desde el 21 de febrero realiza la imagen réplica de Nuestra Señora de Fátima. La JMJ de Panamá también se consagró a la Corazón Inmaculado de la Virgen / Foto: Conferencia Episcopal de Panamá. |
En la ocasión se celebró una solemne Eucaristía que presidió Mons. José Domingo Ulloa, Arzobispo de Panamá y Presidente del Episcopado Panameño. Durante la homilía, el prelado expresó: “consagrarse al Sagrado Corazón de María significa renovar las promesas bautismales; es la perfecta consagración a Jesucristo por manos de María; se considera un lazo de amor hacia ella, que nos permite gozar de sus cuidados y amparos ante las situaciones que nos alejan de la voluntad de Dios”.
El Arzobispo también habló sobre la importancia de consagrar el País al Inmaculado Corazón de María, ya que es la misma Madre de Dios quien “promete brindar las gracias necesarias para las salvación de sus habitantes”.
En este sentido, hizo un llamado a la conversión -el mismo que hace Nuestra Señora en las apariciones de Fátima- reconociendo que “somos corruptos y pecadores” y exhortando a arrancar “ese cáncer de cada uno de nuestro corazones”.
Mons. Ulloa afirmó que pese a estar heridos por múltiples males, gracias a Dios, y por intercesión de la Virgen, “Panamá es más grade que estas dificultades”.
Durante la Eucaristía también se consagró la JMJ de Panamá 2019 al Corazón Inmaculado de la Virgen: “Queremos que la presencia de María proteja este evento de las tentaciones que tendrán algunos para hacerse de simpatía o rechazo. Desde ahora les decimos no seamos mezquinos con nuestros jóvenes, pensemos en Panamá”, dijo Mons. Ulloa.
La imagen réplica de Nuestra Señora de Fátima es una de 13 que recorren el mundo, difundiendo el mensaje de amor que María entregó a los tres pastorcitos en Portugal.
Tal como expresó el Arzobispo de Panamá antes de la llegada de la Virgen peregrina al país, su presencia “es una gran bendición”, ya que los panameños han podido recibir la Indulgencia Plenaria sin necesidad de viajar hasta el Santuario de Fátima. “Fátima ha querido venir a Panamá”, manifestó el prelado en aquella ocasión.
La imagen peregrina llegó el pasado 8 de marzo al Monasterio de la Visitación de Santa María de Panamá donde permaneció hasta el día 9. El 25 de marzo, solemnidad de la Encarnación, habrá una celebración Eucarística en el Santuario Nacional del Corazón de María, con la participación de grupos marianos.
Con información de la Conferencia Episcopal de Panamá y Arquidiócesis de Panamá.
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