En una sociedad abierta, los dilemas morales a la hora de adoptar decisiones públicas se resuelven recurriendo a las reglas que aceptamos todos. Y esas reglas ni prohíben la píldora ni hacen reprochable el aborto terapéutico.
En una sociedad abierta, los dilemas morales a la hora de adoptar decisiones públicas se resuelven recurriendo a las reglas que aceptamos todos. Y esas reglas ni prohíben la píldora ni hacen reprochable el aborto terapéutico.