El Padre José Kentenich fue y es, para todos, un Sacerdote excepcional, un Padre, en el sentido más profundo de la palabra, y, seguramente, un Santo de la vida cotidiana, como Cura, como maestro, como escritor, como detenido en el Campo de Concentración de Dachau. (Lo debe haber conocido el filósofo judío ortodoxo W. FranKl.) Una vida de novela, pero muy viva y actual para el siglo XXI, con Pandemia. Sus biografías, autobiografías, con anécdotas y demás escritos, lo destacan en su faceta humana y de Hombre de Dios.
El Padre José Kentenich fue y es, para todos, un Sacerdote excepcional, un Padre, en el sentido más profundo de la palabra, y, seguramente, un Santo de la vida cotidiana, como Cura, como maestro, como escritor, como detenido en el Campo de Concentración de Dachau. (Lo debe haber conocido el filósofo judío ortodoxo W. FranKl.) Una vida de novela, pero muy viva y actual para el siglo XXI, con Pandemia. Sus biografías, autobiografías, con anécdotas y demás escritos, lo destacan en su faceta humana y de Hombre de Dios.