El texto explica que la Nueva Era no es «exactamente una religión, sino que se interesa más bien por lo que llama “divino”. La esencia es la libre asociación de varias actividades, ideas y personas a las que se puede aplicar este término. Por tanto, no se da en ella una articulación definitiva como en las religiones principales». Entre las diferencias fundamentales entre el cristianismo y la Nueva Era, el informe cita, por ejemplo, la visión misma de Dios. Para la primera, es «algo que se puede usar o una fuerza para ser más poderosos», mientras que para la Iglesia es una persona con el que el hombre está en relación.
El texto explica que la Nueva Era no es «exactamente una religión, sino que se interesa más bien por lo que llama “divino”. La esencia es la libre asociación de varias actividades, ideas y personas a las que se puede aplicar este término. Por tanto, no se da en ella una articulación definitiva como en las religiones principales». Entre las diferencias fundamentales entre el cristianismo y la Nueva Era, el informe cita, por ejemplo, la visión misma de Dios. Para la primera, es «algo que se puede usar o una fuerza para ser más poderosos», mientras que para la Iglesia es una persona con el que el hombre está en relación.