MADRID, 22 Mar. 17 / 11:15 am (ACI).- El Obispo de Alcalá de Henares en España, Mons. Juan Antonio Reig Pla, propuso la familia cristiana, la escuela católica y la parroquia como respueta al “nuevo paradigma mundial” que busca implantar en la sociedad principios que “distorsionan deliberadamente la naturaleza humana” como los postulados de la ideología de género.
Mons. Reig Plá hizo esta propuesta al hacer públicas las conclusiones del Simposio sobre “la familia cristiana y la escuela católica: Minorías creativas para la renovación de la sociedad” que tuvo lugar recientemente en su diócesis.
El punto de partida del Congreso fueron las palabras de San Juan Pablo II: “El hombre no puede vivir sin amor”.
En su síntesis, el Prelado manifestó que la Iglesia es un hospital de campaña que debe cuidar de numerosos afectados por “la gran epidemia del emotivismo contemporáneo, que identifica el amor con un sentimiento y hace al hombre incapaz de edificar en el tiempo relaciones duraderas que le plenifiquen”.
En ese sentido, Mons. Reig Pla explicó que la ideología de género y las teorías “queer” y “ciborg” son “expresiones modernas de la tentación primordial ‘seréis como dioses’” y aseguró que actualmente existe “una guerra a escala universal contra el designio de Dios”.
Actualmente, dijo el Obispo, “nos encontramos ante un ataque global programado, científica y sistemáticamente contra el orden de la creación-encarnación-redención” que se desarrolla desde varios frentes que incluyen el aborto, la eutanasia, el “amor libre”, la “pornificación” de las relaciones personales, la manipulación arbitraria de la anatomía, fisiología y la identidad personal.
Mons. Reig Pla también advirtió que actualmente se está desarrollando “un nuevo paradigma mundial” que promueve confusos principios filosóficos, biológicos y morales que “distorsionan deliberadamente la naturaleza humana”.
“España está siendo el laboratorio europeo de los cambios legislativos sobre estos nuevos paradigmas con una proyección hacia los países hermanos de Hispanoamérica”, aseguró, por lo que urgió a la formación de profesionales y políticos que “dediquen su vida a combatir tales ideologías y a proponer la verdad, bondad y belleza de la familia”.
“Hemos de volver a llamar a las cosas por su nombre desvelando el rapto de la realidad que se promueve desde la “manipulación del lenguaje”. En concreto “hemos de denunciar la censura del nombre de Dios y de Jesucristo en la vida pública, así como el desprecio y la burla del patrimonio católica de nuestro pueblo”, subrayó el Prelado.
En ese sentido, también destacó la “censura pública de Dios” bajo la “dictadura de lo políticamente correcto” y reclamó la “despenalización de las palabras ‘prohibidas’” como son “esposo, esposa, padre madre, varón, mujer y Dios”.
Ante este difícil panorama, el Obispo de Alcalá de Henares pidió responder “de manera creativa” y no dejar que “minorías dominantes” impongan su visión de la sociedad basado en un “constructivismo filosófico, fruto del relativismo, que ha sido sucesivamente aplicado por los “poderosos” a la cultura, después al derecho y desde él a la enseñanza, a la sanidad y a todos los aspectos de la vida social, alcanzando, por imperio despótico de la ley, la intimidad del hogar y de las personas”.
Familia, escuela y parroquia como respuesta
Por eso, Mons. Reig Pla propuso a la familia cristiana entendida como “minoría creativa para la renovación de la sociedad” como respuesta al “drama de la secularización contemporánea”.
El Prelado pidió a las familias “volver al origen” que es Cristo para “proponer sin ideologías ni ambigüedades la verdad, el bien y la belleza del matrimonio, de la familia y del don de toda vida humana desde la concepción y hasta la muerte natural”.
El Obispo de Alcalá de Henares también insistió en la necesidad de una “antropología adecuada para poder educar correctamente a la persona” que se basa en “la diferencia sexual como constitutiva de la persona” y desde la cual “somos llamados al amor”.
Para su construcción completa propuso el trabajo conjunto entre la familia cristiana, la comunidad eclesial y la escuela católica como “trípode para formar todos los aspectos de la persona”.
Ante la imposición de la ideología de género en la educación “con la premisa de que quien discrepe de ella es porque odia a las personas” el Prelado invitó a “educar en el amor” generando vínculos sanos entre los chicos y evitar que se “transforme la cultura del encuentro en la cultura del deseo y de la impulsividad sin sentido”.
Insistió también en que “la masculinidad y la feminidad es un don y a través de los itinerarios de maduración se acompaña a la persona a llenar plena y personalmente de sentido el don de lo que es”.
El Obispo exhortó a que surjan “testigos del amor nupcial de Cristo por su Iglesia” porque “solo la luz de los santos, que procede de Cristo, puede disipar las sombras y las tinieblas de una cultura sin Dios” y pidió que “en esta noche cultural que atraviesa España suplicamos al Señor que suscite el Espíritu de Santidad que avive el fuego de la Tradición católica de nuestro pueblo”.
Puede leer la síntesis final y las conclusiones del congreso “La familia cristiana y la escuela católica: Minorías creativas para la renovación de la sociedad” de manera íntegra AQUÍ.
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