La diferencia sexual revela la naturaleza plena de toda la persona, a la luz del misterio de la Trinidad. La existencia de dos sexos pone de manifiesto que el ser humano está llamado a existir recíprocamente. Esto significa que el hombre ayuda a la mujer y la mujer ayuda al hombre a llevar una vida feliz, a realizarse. Cada uno posee cualidades que le son propias y cada uno es superior, en un determinado ámbito propio. La diferenciación no es solamente resultado de una determinada cultura, no la ha impuesto el hombre, por así decirlo, desde fuera. En realidad, proviene del mismo Creador, de su intención de crear al hombre y a la mujer.