La femineidad es la facultad de la mujer de ser más mujer, de realizar y ser lo propio de ella. La importancia de la contribución femenina en la vida de la Iglesia, ya desde los primeros tiempos. . Los hombres, más propensos a la actividad externa, necesitan la ayuda de las mujeres para volver a las relaciones personales y progresar en la unión de los corazones. Juan-Pablo II Audiencia general del 6 de septiembre 1995