La limosna
Lorenzo Cintolesi
Punto 123. Eclessia in Europa de JuanPablo II. Ésta es la certeza que anima a la Iglesia en su camino, mientras en la mujer y en el dragón reconoce su historia de siempre. La mujer que da a luz al hijo varón nos recuerda también a la Virgen María, sobre todo en el momento en que, traspasada por el dolor a los pies de la Cruz, engendra de nuevo al Hijo como vencedor del príncipe de este mundo. Es confiada a Juan y éste, a su vez, confiado a Ella (cf. Jn 19, 26- 27), convirtiéndose así en Madre de la Iglesia.
marzo 2003 (ZENIT.org).- El especialista en nuevos movimientos religiosos Massimo Introvigne analiza en esta entrevista el documento vaticano sobre Nueva Era(Nueva Era), recientemente publicado, indicando su incompatibilidad con la doctrina cristiana.
El texto explica que la Nueva Era no es «exactamente una religión, sino que se interesa más bien por lo que llama “divino”. La esencia es la libre asociación de varias actividades, ideas y personas a las que se puede aplicar este término. Por tanto, no se da en ella una articulación definitiva como en las religiones principales». Entre las diferencias fundamentales entre el cristianismo y la Nueva Era, el informe cita, por ejemplo, la visión misma de Dios. Para la primera, es «algo que se puede usar o una fuerza para ser más poderosos», mientras que para la Iglesia es una persona con el que el hombre está en relación.